
El ácido fólico es una vitamina B vital para la salud de la madre y el bebé durante el embarazo. Su importancia radica en su papel crucial en el desarrollo del tubo neural del feto, estructura que da lugar al cerebro y la médula espinal.
Beneficios del ácido fólico en el embarazo:
- Previene defectos del tubo neural (DTN): como la anencefalia y la espina bífida, que pueden tener graves consecuencias para la salud del bebé.
- Reduce el riesgo de labio leporino y paladar hendido.
- Contribuye al crecimiento y desarrollo celular del feto.
- Ayuda a prevenir la anemia megaloblástica en la madre.
- Disminuye el riesgo de preeclampsia.
¿Cuándo y cómo consumir ácido fólico?
- Se recomienda consumir 400 microgramos (mcg) de ácido fólico diarios, idealmente desde al menos tres meses antes de la concepción y durante los primeros tres meses del embarazo.
- Se puede obtener a través de:
- Suplementos de ácido fólico.
- Alimentos fortificados con ácido fólico: cereales, pastas, harinas, etc.
- Alimentos ricos en folato natural: vegetales de hoja verde, legumbres, frutas cítricas, etc.
Importancia de la suplementación:
- La mayoría de las mujeres no consumen suficiente ácido fólico solo con la dieta.
- La suplementación con ácido fólico es una medida segura y eficaz para prevenir los DTN.
Recomendaciones:
- Consulta con tu médico para obtener la dosis adecuada de ácido fólico.
- Sigue una dieta saludable y variada rica en alimentos ricos en folato.
- No esperes a estar embarazada para empezar a tomar ácido fólico.
Recuerda:
El ácido fólico es una inversión en la salud de tu futuro bebé. Su consumo regular puede marcar la diferencia en su desarrollo y bienestar.
Invierte en la salud de tu futuro hijo. ¡Toma ácido fólico!